Un análisis íntimo de las relaciones de una familia bogotana, una historia de supervivencia, de la fragilidad del status quo y de la dificultad en la comunicación entre las personas más cercanas.
Adelaida, una hermosa joven de diecisiete años vive con sus padres: Lena, una planificadora de eventos, y Francisco, un escultor y profesor de arte. Juntos, disfrutan de una cómoda vida familiar en un apartamento de Bogotá, con los usuales altibajos de la cotidianeidad. Pero pronto, las grietas comienzan a verse en la fachada de esta familia perfecta. Dado que Francisco no se involucra en los detalles de su hogar, la mayor parte de los trabajos domésticos y la crianza de su hija recaen sobre la agobiada Lena. Aunque fuerte y motivada, le cuesta cumplir a la perfección con el rol de la madre trabajadora. En la etapa más álgida de su angustia adolescente y enfrentando su propia crisis de identidad, Adelaida choca constantemente con su madre: en un momento es dulce, cariñosa y aplicada; al siguiente, salvaje, tempestuosa y desafiante, quedándose fuera hasta tarde para pasar tiempo con sus amigos y coquetear con chicos. Hasta que la tragedia golpea. Perturbada, la familia deberá confrontar su reto más grande hasta el momento. Desesperados por aferrarse a los lazos que los unen, deberán enfrentarse a la incertidumbre que trae el mañana.