Paula, una joven que trabaja cuidando a los hijos de una familia burguesa, descubre que está embarazada, improvisando un desesperado acto de ayuda.
La muchacha del título trabaja en una estancia, cuidando a los hijos de una familia de productores de soja, en el interior de la provincia de Buenos Aires. Algo hosca, poco dada a la sociabilidad y más bien reservada, la chica, de recursos económicos ínfimos y poca gente a la que recurrir, se entera que ha quedado embarazada de un joven que no quiere hacerse cargo de la paternidad. En estas condiciones, Paula comprende que no tiene otra opción que abortar. Pero esta vía puede hacerse muy cuesta arriba para una muchacha de recursos casi inexistentes, sin contención emocional o contactos que puedan ayudarla. Mientras tanto, la impávida burguesía parece vivir en un mundo aparte, en una burbuja de confort que no logra mitigar su indolencia y desapego. Como una Mouchette actual, esta película aborda el avatar de los personajes desde una distancia observacional; con economía de recursos y a través de la construcción de atmósferas y detalles cotidianos que aportan a la verosimilitud, da cuenta de una brecha social inexpugnable que, lejos de contraerse ante una situación de necesidad, se acentúa y ensancha.