Con un estilo visual que homenajea los thrillers en Technicolor de los sesenta, la directora Anna Biller revive en esta terrorífica tragedia la imagen de las brujas como símbolo de la libertad sexual femenina.
Elaine, la joven bruja del título utiliza su conocimiento en pociones, hechizos y rituales para que los hombres se enamoren y caigan rendidos ante ella. Pero sus poderes son demasiado fuertes, lo que deriva en circunstancias indeseadas y en un tendal de desafortunadas víctimas. Cuando Elaine finalmente conoce al hombre de sus sueños, su narcisismo patológico se agudizará, y su desesperación por ser amada la llevará a toda clase de excesos. Con una estética vintage que rinde tributo a las películas en Technicolor de los años sesenta y setenta y una magnífica dirección artística, la directora Anna Biller revive en esta terrorífica tragedia la imagen de las brujas como símbolo de la libertad sexual femenina, y explora con demoníaca lucidez ciertas fantasías intrínsecas al género. Así como el personaje causa caos donde sea que se dirige, ella se va convirtiendo en un ser trastornado y monstruoso por el hecho de ser mujer en un mundo que no puede aceptarla ni verla realmente, y que no hace más que decepcionarla una y otra vez.