La entrada a la pubertad de una niña de once años que se muda a vivir con un padre al que no conoce. La convivencia entre ambos, la enfermedad de su mamá y el deseo de aceptación entre las niñas del colegio, marcan su camino hacia la adolescencia.
Alba (interpretada por Macarena Arias) tiene once años. Pasa la mayor parte de su tiempo en silencio y le gustan los animales diminutos. Le cuesta mucho enfrentarse a sus compañeras de clase, que demuestran una extraña precocidad y que suelen burlarse de ella de maneras muy crueles. Una tarde, su madre es internada en el hospital y Alba debe mudarse con Igor, un padre (interpretado por Pablo Aguirre) a quien casi no conoce. Al igual que Alba, Igor también es muy tímido e introvertido, por lo cual la comunicación es muchas veces dificultosa.
La película de la debutante Ana Cristina Barragán muestra esos torpes intentos de comunicación entre padre e hija, pero no se agota en ello. Las primeras amigas, el primer beso, las visitas a la madre en el hospital, son estímulos que marcan el camino de Alba hacia la entrada a la adolescencia y a la aceptación de su familia. “Alba” (la película) es un relato de iniciación, de la pubertad y la entrada a veces dolorosa a la adultez, que evita los clichés narrativos del género, así como su sentimentalismo. Se sirve de los rostros de sus actores principales, así como la utilización de pocos diálogos para generar una sensación de gravedad y también de calidez e intimismo.