Entre los años 1870 y 1873, Amadeo de Saboya fue el rey de España. Fuera de su palacio, el país se derrumbaba y dentro de él, su corte se abandonaba a los juegos, el amor, los placeres, la belleza y la melancolía.
Tras el asesinato del General Grim, se asentó en España el reinado de Amadeo de Saboya, o Amadeo I, durante el breve período entre 1870 y 1873. Con la nueva y flamante constitución era necesario establecer una monarquía constitucional, y para ello se precisaba un nuevo mandamás apto, tarea nada fácil pues debía de tratarse de un demócrata, un progresista que aceptara liderar un gobierno empobrecido y un Estado en crisis. Amadeo era un aristócrata de pura cepa, hijo del rey de Italia, un ferviente católico dispuesto a modernizar España. También era un fanático de las novelas pornográficas francesas y, como lo pintaron en su época, poseía "una inclinación apasionada por las hijas de Eva". La película plantea hábilmente una trama con sus costados políticos, una historia romántica y al mismo tiempo un melodrama, con toques poéticos y surrealistas y hasta tramos musicales y pop. Centrada en un período especialmente convulso, esta película propone un diálogo con los tiempos que corren y la España actual, y una notable reflexión sobre la futilidad del poder y la desconexión de las clases políticas con el pueblo.