Un singular viaje antropológico de búsqueda personal, de pérdida y encuentro, de humanismo y empatía, de creación y, sobre todo, de gloriosa inutilidad. Filmado en cuatro países y repleto de personajes inolvidables.
“Dábale arroz a la zorra el abad”… este palíndromo nos suena a todos. Lo que tal vez desconozcamos es que hay fanáticos que han hecho de los palíndromos la pasión de su vida.
¡Viva el palíndromo! es un singular y entrañable documental filmado en cuatro países y repleto de personajes inolvidables. Un viaje antropológico de búsqueda personal, de pérdida y encuentro, de humanismo y empatía, de creación y, sobre todo, de gloriosa inutilidad. Pura pasión por el lenguaje y por cultivar un sentimiento de armonía universal. Una oda a la belleza de la simetría. Según el crítico Diego Batllé, de La Nación, “resulta una reivindicación emotiva y divertida a la vez sobre todo aquello que el capitalismo y la sociedad de consumo suelen despreciar: seres distintos que se dedican a actividades que no generan rédito. Pura pasión por el lenguaje y por cultivar el sentimiento de camaradería."