Con escasos diálogos, “Milla” es una película sobre la aceptación natural del paso del tiempo, percibido a través del libre y sosegado devenir de unos actores que generosamente nos regalan un auténtico pedacito de vida.
Milla solo tiene 17 años y su chico, Leo, es un poco mayor que ella. La existencia de la pareja está pautada por pequeños trabajos mal pagados y noches en las que desean cambiar el mundo. La pareja hallará refugio en una pequeña ciudad, en una casa abandonada a orillas del mar que se convierte en su cobijo provisional. Se nutren del amor, de la testarudez de la juventud y de las ganas de cambiar las cosas, a pesar de las dificultades y de las estrecheces de una vida nada fácil.
El segundo largometraje de Valérie Massadian, se centra en el día a día de Milla, una joven mujer que debe comenzar a enfrentarse a la vida. La cineasta ofrece una mirada íntima y conmovedora que destila amor por sus personajes de principio a fin. Su gusto y conocimiento de la fotografía son perceptibles en cada encuadre, todos ellos cargados de un significado que dota al film de una inusitada y potente belleza. Con escasos diálogos, “Milla” es una película sobre la aceptación natural del paso del tiempo, percibido a través del libre y sosegado devenir de unos actores que tan generosamente nos regalan un auténtico pedacito de vida.