Laurent Cantet firma esta mezcla de thriller y cine social que pone el foco en el mundo de la educación y de la juventud de una villa portuaria de la Provenza francesa en crisis permanente desde el cierre de su astillero naval 25 años atrás.
La Ciotat, verano de 2016. Antoine ha aceptado seguir un taller de escritura donde unos jóvenes en proceso de inserción social deben escribir una novela negra con la ayuda de Olivia Dejazet, una reconocida escritora. El trabajo de escritura hará resurgir el pasado obrero de la ciudad y su astillero naval cerrado desde hace 25 años, toda una nostalgia que no interesa a Antoine. Más conectado con la ansiedad del mundo actual, se opondrá rápidamente al grupo y a Olivia, a quien la violencia del joven provocará alarma e interés a partes iguales.
Laurent Cantet firma el guion junto a Robin Campillo, director de otra de las sensaciones cinematográficas de los últimos años: “120 pulsaciones por minuto”. El film, protagonizado por un grupo de jóvenes de diferentes orígenes —todos interpretados por actores no profesionales—, parte del taller como espacio de reflexión, creatividad y autodesarrollo, para transformarse en escenario de un thriller con la oscura relación que establecen Antoine y Olivia como hilo conductor. Pero la trama toma además un cariz social. La certeza de que cualquier pasado fue mejor deriva en un atronador grito generacional que denuncia la ya de por si compleja relación de los chicos con su historia. Los jóvenes deben buscar su hueco en un páramo desolador de desempleo y desigualdad, problemas que afectan a los más vulnerables, justo aquellos en los que los discursos racistas o ultraderechistas pueden calar más fácilmente.